En los textos yóguicos antiguos, se presentan técnicas enfocadas principalmente para una adecuada digestión. Esto puede deberse a que Agni o el fuego digestivo, cumple una función energética y simbólica que va más allá de lo estrictamente fisiológico. Mencionan ciertas asanas beneficiosas para la estimulación de este fuego estomacal, que debe acompañarse con una dieta correcta y moderada. Al decir correcta, se hace hincapié en alimentos naturales, no procesados y de más fácil y rápida digestión, es por ello, que la dieta yóguica es vegetariana. Con respecto a qué debe ser moderada; se dice que “hay que dejar un cuarto del estómago vacío”. Una mitad del estómago es llenado con alimentos sólidos y el otro cuarto con líquidos.
Por ello, os recomendamos las siguientes asanas para fortalecer el sistema digestivo. Son beneficiosas para aquellas personas que sufren de indigestión, estreñimiento, acidez, exceso de viento o gas, falta de apetito o diabetes. A su vez, elimina los bloqueos de energía en la zona abdominal.
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Inhalando eleva las piernas tan alto como sea cómodo, mantenlas extendidas, mantén la postura por 3 a 5 segundos. Exhalando baja las piernas al suelo. Realiza cinco repeticiones.
Esta asana fortalece los músculos abdominales y masajea los órganos digestivos. Se fortalecen también los músculos de la espalda, pelvis y zona perineal. La conciencia debe estar dirigida a sincronizar el movimiento con la respiración.
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Se lleva a cabo con una dinámica de rotación de piernas, comienza en el sentido de las agujas del reloj, llevando a cabo un amplio círculo. El talón no debe tocar el piso en ningún momento durante la rotación. Realizando una repetición de 10 giros con cada una de ellas, estos movimientos circulares deben ser lo más amplios posibles. Puede llevarse a cabo una tercera ronda con las piernas juntas.
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Exhala mientras flexionas las rodillas, inhalando abre el pecho , lleva las manos hacia la rodilla y detrás del tronco; y con la siguiente exhalación realiza la torsión. Inhalando vuelves al centro. Mantén algunas respiraciones en cada lado. Con esta asana aumenta la flexibilidad de la columna y los músculos de la espalda. Tonifica los órganos abdominales y mejora el metabolismo. Energiza el sistema nervioso, aliviando el estrés y la ansiedad.
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Inhala profundamente, llenando los pulmones lo máximo posible. Reteniendo la respiración, eleva la cabeza y hombros del piso y trata de tocar la rodilla derecha con la nariz, exhalando lentamente retoma la postura inicial. Repite tres veces con la misma pierna. Es recomendable empezar con la pierna derecha, ya que presiona el colon ascendente directamente. Además de masajear el abdomen y los órganos digestivos, fortalece la espalda baja y afloja la columna vertebral.
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